a menudo y que, por ello, tenemos que conocer sus razones básicas. Lo primero
que tenemos que considerar son las similitudes entre todas las figuras
geométricas. Por ejemplo, cuando vemos un rombo, ¿Qué vemos exactamente? Podríamos
ver cuatro triángulos rectángulos, o dos cuadrados, o un rectángulo.
en cuanto a cálculo se refiere. Si nos fijamos bien, al repartir el rombo en
sus cuatro cuadrantes, podemos observar que se trata de un cuadrado, ya que
todos sus lados miden exactamente lo mismo (algo que no ocurre con el
romboide).
mismo que con el cuadrado, y es que a cada lado lo podemos denominar con la
misma letra; en este caso, “l”.
distintas, las cuales pasamos a denominar “D” y “d” para distinguirlas. Si se
diese el caso de que ambas fuesen iguales, estaríamos de nuevo ante un
cuadrado.
siempre conocer dentro de la geometría, y que son el área y el perímetro.
del rombo, viene a ser, como ya hemos comentado, el mismo caso que el
cuadrado, ya que cuenta con cuatro lados iguales, por lo que multiplicaremos un
lado por cuatro (que es lo mismo que sumar sus cuatro lados), por lo que
atenderemos a la siguiente fórmula:
del rombo. En este caso deberemos tener en cuenta sus dos diagonales, y por
ello tendremos que aplicar la fórmula siguiente:
pero es muy importante tener en cuenta la similitud que existe entre el
cuadrado y el rombo para poder simplificar nuestro cálculo.